jueves, 7 de abril de 2011

De Reflexiones y pesares.

Me encontraba felizmente leyendo las ponencias y los talleres que se llevaran a cabo el día viernes 8 de abril del 2010 en el flisol de UPIICSA, mientras leía los tópicos, horarios y nombres de los conferencistas, me imagine en un futuro narrándole a mis amigos la experiencia de haber sido parte del primer festival de Software libre en UPIICSA, de cómo a pesar de todas las adversidades fue posible llevarlo a cabo y de todos los nuevos conocimientos que adquirí en esa ocasión… cuando de pronto, como criatura siniestra de película de horror barata, asechando desde algún oscuro rincón de mi mente, me ataco a traición y sin escrúpulos, un pensamiento, un maldito pensamiento que burlonamente me susurraba en los adentros.

-¿Hooooo bonitos talleres y conferencias las que darán el viernes verdad? – decía con una risita entre los dientes.
-bonitos, gratuitos y en la comodidad de UPIICSA, que más se puede pedir- conteste alegremente.
-hoooo claro magníficos, magníficos, es una lástima que no podrás asistir-
-¿De qué hablas bobo?, si voy a estar allí, soy staff del evento.- contestaba confundido, sin saber la trampa que me esperaba.
-Exacto, Staff querido amigo, staff. El Staff carga, mueve, ayuda, más no se sienta, escucha aprende y disfruta, como un visitante cualquiera.-

Mi sonrisa desapareció en un instante, era una puñalada inadvertida, el maldito me había hecho imaginarme como un esclavo, un pobre diablo sentado desde algún Stand destinado a desear la alegría ajena, la alegría de aquellos compañeros upiiccianos saliendo de las conferencias de “Blender”, “Google Hacking”, “Metaexploit ” o “NAZEP” que felices salían de las Salas, platicando, comentando, riéndose los muy desvergonzados, riendo frente a mí, que no podría asistir, que me perdía aquel festival, me lo perdía como el novio que se pierde el banquete de la boda por andar saludando a la familia; como el astronauta que se pierde la estratosfera por mirar los controles de seguridad en la astronave; Como el Joker en The Dark Knight que se pierde esa impresionante explosión en el hospital por estar… bueno, él se la perdió simplemente por loco .
Así me quedaba, con los talleres y conferencias en la pantalla de mi monitor, triste pero con una esperanza en mi corazón, cuando Alejandro, Enrique o Larissa se distraigan, me desaparezco y me cuelo en alguna, lo juro por dios.